La futura ley de Aguas, recogerá, por una parte todos los aspectos fundamentales en materia de agua que estaban contemplados en el Estatuto de Autonomía, que no salió adelante por la oposición del PP, así como las nuevas demandas en materia de agua que están siendo ahora debatidas durante la revisión de los diferentes planes hidrológicos de cuenca.
La presentación de esta ley en las Cortes, responde al compromiso del Presidente José María Barreda, quien desde el mismo momento que el PP rechazó nuestro Estatuto de Autonomía, señalo que “la batalla en torno al agua no terminaba ahí.”
La presentación de esta ley en las Cortes, responde al compromiso del Presidente José María Barreda, quien desde el mismo momento que el PP rechazó nuestro Estatuto de Autonomía, señalo que “la batalla en torno al agua no terminaba ahí.”
En esta Ley estarán recogidas las reivindicaciones más importantes de Castilla-La Mancha en esta materia, como la reserva estratégica de 4.000 Hm3 en todas las cuencas, para garantizar las necesidades presentes y futuras de nuestra Región, una lámina estable en los embalses de cabecera, o limitar los “mal entendidos pozos de sequía”.
También se contemplará la prioridad del uso de abastecimiento a poblaciones para evitar abusos como el que está ocurriendo en la actualidad con Albacete, que cuenta con la mayor población de toda la demarcación del Júcar, y sin embargo tiene que pagar un canon a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Cospedal sigue sin defender los intereses de nuestra Región en materia de agua:
todavía no sabemos lo que opina sobre el Plan Hidrológico del Tajo. No ha dicho ni media palabra sobre la reserva estratégica o sobre la lámina estable, o sobre el caudal ecológico, ni tampoco ha dicho nada sobre las pretensiones de Murcia y Valencia pidiendo más agua del trasvase.
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